quinta-feira, 29 de novembro de 2018



Peor fuera donde encontrar alivio.
No querría que el pájaro
de la hiedra cantase hoy
como acostumbra, sin ningún
recato. Que ofreciese de todas
todas lo que tengo. Ni tendré.
No voy a desgarrarme ahora, cuando
la tranquilidad se ha apoderado de la tarde
y si no fuese por las hojas en el suelo
y las plantas tronchadas, quién diría
la pedregada que cayó, aquel estruendo
que amedrentaba. En lo sombrío
una blancura de sudario permanece.
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  Herrero, Fermín. Sin ir más lejos. Madrid: Ediciones Hiperión, 2016, p 33.
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