segunda-feira, 18 de fevereiro de 2019



Aprendiste el camino

de la última calma,
el de las cicatrices que abre la tierra.
Caminaste, lograste al fin lo que buscabas.

Ahora me hablan de ti hasta los pardales,
y es cuando los perfiles del río tiemblan,
ahora cuando las miradas se cortan
esperando una caricia...

Ahora aprieto mis manos
doblándose las uñas y sufro el dolor,
y callo y sueño. Me dejo caer sobre los lirios
siguiendo el equilibrio de la luna...

Y voy dejando las fuerzas ancladas
en lo eterno, y guardo el secreto
detrás de la puerta.
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Sagüillo, Araceli. Nosotros. Madrid: Ediciones Vitruvio, 2018, p 75.
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