segunda-feira, 25 de junho de 2018


          Consejo


Verte desnudo es recordar
que también tuve un cuerpo
como el tuyo envidiado.
En la noche de julio fue lavado con vino,
de sol crucificado, perfumado de nieve,
un sebastián de invierno.
Mordido por delante por lenguas roedoras
fue por detrás clavado y azotado,
expuesto a los ladridos de la niebla.
Subastado de lluvia lo ataron en la plaza,
visión contemplativa de ancianos sonrientes
y escarmiento de mozos.
Te envidio cada vez que sin camisa
me recuerdas lo frágil de la luz
mientras que you vestido,
ocultando la ruina y los escombros,
pienso en aquel verano, irrepetible.
Aunque yo no lo vea y tú lo dudes
esa hoguera de brasa luminosa
será ceniza seca y sin perfume,
tizón que sin ser fuego se ha quemado.
Enciéndolo antes que se calcine
ahora que eres el dueño de la noche.
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 Barrero, Hilario. Educación Nocturna (Antología poética). Sevilla: Renacimiento, 2017, pp 57-58.
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